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Las peores pelis del 2011

Este año salieorn muy buenas peliculas pero segun las criticas tambien muy malas aqui algunas de las peores del 2011

Transformers: El lado oscuro de la Luna’ (‘Transformers: Dark of the Moon’)
Michael Bay, Shia LaBeouf y otros miembros del equipo artístico y técnico de la trilogía de ‘Transformers’ se pusieron de acuerdo en señalar que la segunda entrega, que no gustó ni a los más fervientes seguidores del realizador (aunque sí a Steven Spielberg, productor ejecutivo), fue un rotundo desastre. Culparon a la huelga de guionistas (sí, todavía hay guionistas en Hollywood) y al ajustado calendario que debían cumplir. Y dijeron que habían aprendido la lección, que la tercera sería mucho mejor. Ni de lejos. Sí, hay algunas escenas muy espectaculares, los robots están magníficamente realizados, pero todo lo demás es, otra vez, una ruina. Un guion demencial, intérpretes desatados en lo que parece ser una competición por ver quién sobreactúa más, y la puesta en escena marca de la casa: encuadres absurdos, alocados movimientos de cámara, planos detalle de los encantos de la protagonista (Rosie Huntington-Whiteley, en sustitución de Megan Fox, para posar y calentar al público adolescente). Si quieres ver algo tan idiota que hace reír, no busques más.

Saw VII 3D’ (‘Saw 3D’)
Siete años después de la primera ‘Saw’ (una de las películas más sobrevaloradas de la pasada década), se estrenó el llamado “capítulo final” de la franquicia (pese a ello, ya se dice que habrá otra más), donde en teoría, todo el plan maestro del villano Jigsaw (Tobin Bell) cobraría sentido. Alguno se lo creyó... Kevin Greutert (obligado contractualmente a dirigirla cuando ya había anunciado que se embarcaba en otro proyecto) firma una de las peores películas del año, y también una de las peores entregas de una saga que se ha estirado de manera lamentable, únicamente pensando en exprimir hasta la última gota de una marca que ha resultado ser muy rentable. Una excusa de lo más simplona para satisfacer a un público muy numeroso y muy conformista que solo demanda sangrientas muertes grotescas. Ni rastro de cine.

Invasión a la Tierra’ (‘Battle Los Angeles’)
Una de las sorpresas más negativas de este 2011 que dejamos atrás. Cabía esperar mucho más de Jonathan Liebesman (tras su estimable trabajo con la gastada franquicia de ‘La matanza de Texas’), pero fracasa miserablemente con un guion construido solo para lucir efectos visuales (que además ya habíamos visto en ‘Skyline’, más modesta y hasta cierto punto más divertida). El desaprovechado Aaron Eckhart va a retirarse cuando, ¡cáspita!, un ejército alienígena decide invadir la Tierra. Todo parece perdido, la tecnología extraterrestre es insuperable (aun así parecen salvajes e idiotas…) y nadie puede frenarles. Pero los malditos bichos del espacio exterior tienen un problema: los marines de Estados Unidos son los tíos más valientes, capaces e incansables del universo.


Fast & Furious 5’ (‘Fast Five’)
Lo reconozco, no pude resistirme a su fórmula básica de tiroteos, persecuciones, coches volando por los aires, explosiones, tíos dándose hostias y chicas atractivas… Además, se empezó a decir que era la mejor entrega de la saga, y eso me terminó de convencer. Error. Esta cosa es tan mediocre como las anteriores. Justin Lin puede ser un estupendo realizador de videoclips, y quizá se le den bien las comedias con animales parlantes, pero es un inepto filmando acción. Su película es una apuesta por el ruido y el mareo constante, sin sentido ni estilo. Ni siquiera es capaz de sacar provecho a una pelea entre dos estrellas del género como Vin Diesel y Dwyane Johnson. Se está preparando la sexta parte, con el mismo realizador, pero esta vez no caeré en la trampa. Prefiero tirar el dinero viendo ‘Ice Age 5: La venganza de la nuez mutante’.



En tiempo de brujas’ (‘Season of the Witch’)
No podía faltar en la lista una película protagonizada por Nicolas Cage. El actor, el hombre de las mil pelucas, lleva años apuntándose a todo tipo de proyectos (hay un vídeo muy gracioso sobre este particular) y aunque la aparición de su rostro en un cartel suele ser sinónimo de bodrio, sigue siendo una de las estrellas más activas y solicitadas de la industria. No debo ser el único al que le cae muy bien, a pesar de todo. Dominic Sena lo puso al frente de una aventura de terror ambientada en la edad media que es un disparate de principio a fin, con uno de esos tramos finales aparatosos y repletos de vergonzosos efectos visuales que provocan carcajadas involuntarias. Puede ser una buena opción en un maratón de “películas bobas para ser despedazadas entre amigos”.

Crítica en Blogdecine:

Piratas del Caribe: En mareas misteriosas’ (‘Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides’)
Ocho años después de la tediosa tercera entrega, Disney volvía a apostar por la exitosa franquicia de ‘Piratas del Caribe’ con un guion, decían, que recuperaba la aventura, el ingenio y el humor de la primera entrega (al igual que la segunda, un entretenimiento de calidad). Y muchos picamos el anzuelo, ingenuamente, ha sido uno de los títulos más taquilleros del año. Rob Marshall, sustituto de Gore Verbinski, firma su peor trabajo hasta la fecha y logra algo increíble: una bobada todavía mayor que la tercera parte. La falta de química entre Johnny Depp y Penélope Cruz o la desganada aportación de los secundarios son otros de los muchos defectos de una película mecánica, aburrida y absurda. Debería distribuirse con una etiqueta de advertencia: “Ver con precaución, puede ocasionar daños cerebrales irreparables”.


Soy el número cuatro’ (‘I Am Number Four’)
La pasada primavera nos llegó este desastre cinematográfico producido por Michael Bay que pretendía sacar tajada del inmenso éxito de la saga Crepúsculo, cambiando a los vampiros por alienígenas. La historia, basada en la novela de Jobie Hughes y James Frey (bajo el seudónimo de Pittacus Lore), es igual de estúpida. D.J. Caruso (uno de esos limitados e impersonales realizadores que tanto abundan en la industria norteamericana) fue el responsable de la rutinaria puesta en escena de una absurda aventura romántica de ciencia-ficción que debía iniciar una saga. Su primer gran error fue pensar en la taquilla y en las portadas de las revistas antes que en el guion o en las interpretaciones. No suele dar buenos resultados.


Caperucita Roja.
La última versión cinematográfica del cuento de Caperucita Roja no es más que otra de las lamentables hijas bastardas de la saga de vampiros románticos creada por la escritora Stephenie Meyer. Precisamente la directora de la primera ‘Crepúsculo’, Catherine Hardwicke, es la encargada de dirigir este auténtico bodrio en el que Amanda Seyfried (de las peores actrices que triunfan actualmente, gracias a sus curvas y un rostro fotogénico) daba vida a la protagonista, una joven que debe elegir entre el chico bueno y el chico malo, que es el que más le gusta, mientras un enorme lobo digitalizado amenaza con masacrar a su pueblo. Una lección de anticine en toda regla.



Qué dilema
Un hombre descubre que la mujer de su mejor amigo está liada con otro tipo (uno lleno de tatuajes, ¡qué mal gusto!) y no sabe qué hacer, si contarlo o quedarse callado, y aunque se acuesta todas las noches con Jennifer Connelly, lo pasa muy mal. De eso va la penosa película que Ron Howard estrenó en este 2011, después de ganar un dineral gracias a la mediocre ‘Ángeles y demonios’ (‘Angels & Demons’). Confunde lo cómico con lo subnormal. Casi dos horas de bromas sin gracia, diálogos bochornosos, pésimas interpretaciones y una puesta en escena realmente vaga. Cada vez resulta más evidente que la mayor contribución al cine de este sobrevalorado director ha sido participar en la creación de Bryce Dallas Howard…

La saga Crepúsculo: Amanecer. Parte 1’ (‘The Twilight Saga: Breaking Dawn – Part 1’)
Lo peor de 2011. No he visto la del Capitán Trueno, ‘Noche de fin de año’ ni ‘XP3D’, aclaro. De lo que se ha estrenado en España a lo largo del año, es lo más horrible que he visto. Pensaba que después de la tercera entrega (la más entretenida, con mucha diferencia, de las cuatro que han llegado a los cines hasta ahora), la saga de ‘Crepúsculo’ mejoraría, sobre todo con el fichaje del director Bill Condon, del que cabía esperar que lograra un buen trabajo con los actores (uno de los puntos flacos de la franquicia, debieron seguir el ejemplo de Harry Potter), y porque estando tan cerca el final, uno imagina que se va a poner toda la carne en el asador. Pero no, todo lo contrario. Lo que estrenó Summit Entertainment fue un deplorable engendro de casi dos horas de duración que podría haber dirigido un mono. Y ojo, me refiero a un mono sin estudios. Quizá creas que has visto las peores películas de la historia, pero estás equivocado. No has visto esta cosa.

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