Bruce Lee nació bajo el nombre de Lee Jun-Fan, a la hora del dragón (según la tradición china, entre las 6 y las 8 am), en el año del Dragón (de acuerdo con el zodiaco chino), el 27 de noviembre de 1940, en San Francisco, California. Hijo de un actor de la ópera china llamado Li Hoi Chuen y Grace Li, mujer china con ascendencia alemana y de religión católica. Con motivo del trabajo paterno que se enroló en una gira con su compañía, el tercer hijo de la pareja nace en territorio estadunidense, nacionalidad a la que el futuro astro de la pantalla jamás renunció. A su regreso a Hong Kong, el niño crece en las hostiles calles de la populosa metrópoli y por necesidad de protección, después de una severa golpiza proporcionada por una pandilla acude con un maestro llamado Yip Man (1898-1972) a recibir instrucciones de arte marcial conocido como Wing Chun (su padre fue el autor de sus primeras lecciones de la defensa personal), de forma que su mentor se convierte en su más grande influencia moral y filosófica.

Además, la futura estrella ya había hecho sus primeras intervenciones cinematográficas gracias a un amigo de la familia, que introdujo al pequeño a la industria en donde fue llamado con el nombre artístico de Li Shiu Long (El Pequeño Dragón), en donde realizó breves, pero populares papeles. En su juventud, por una petición paterna, abandona Hong Kong, ya que su familia temía que fuera reclutado por la mafia china conocida como La Triada y se dirigió a Estados Unidos en donde reclamó su ciudadanía.

En esta nueva situación, el joven se convirtió en instructor de artes marciales y con el tiempo refinó su técnica y promovió una ética fundad por él y que fue conocida como Jeet Kune Do (Camino del Puño que Intercepta), una disciplina que basaba sus resultados en el equilibrio y la fuerza, fundamentado en los preceptos del budismo zen, el taoísmo y a filosofías ancestrales.